A todos nos preocupa la seguridad de nuestros bebés y niñxs. Utilizar un portabebé de forma adecuada es totalmente seguro y muy beneficioso para ellxs y para nosotrxs.

Posición fisiológica óptima. Porteo Tradicional.

Posición fisiológica óptima. Porteo Tradicional.

En nuestra sociedad el porteo no ha formado parte de nuestra cultura los últimos 200 años, por lo que se hace esencial un buen asesoramiento para el uso correcto del portabebé, ya que no es algo con lo que la mayoría estemos familiarizados desde nuestra niñez cómo ocurre en otras culturas en las que todos los bebés son porteados y dónde se transmite de generación en generación.

En esta entrada compartimos 10 pautas para un porteo seguro. Pautas generales para portear de forma segura, si tienes dudas sobre la colocación de tu portabebé o sobre la ergonomía del mismo, una vez colocado puedes revisar estas pautas para saber si hay algo que se necesite corregir. Recuerda que al portear tenemos al bebé muy pegadito, lo que nos permite una mayor atención a las señales del bebé, las que siempre deberíamos tener muy en cuenta (pitidos en la respiración, incomodidad, queja, etc.)  sea por una mala colocación en el portabebé o por otra necesidad diferente (hambre, movimiento, pañal, etc).

Imagen comercial de Colimaçon et Cie.

Porteo Óptimo y Seguro          Imagen original: Colimaçon et Cie

  1. Vias respiratorias despejadas. Nos aseguramos que ni el portabebé ni nuestro
    cuerpo obstruya sus vías aéreas. (en la imagen C)
  2. La respiración del bebé es normal, pausada, sin pitidos.
  3. Hay separación entre su barbilla y su pecho (en la imagen C). Si el bebé está tocando con la barbilla su pecho hay peligro de que se comprinan las vías respiratorias, por lo que siempre nos tenemos que asegurar que podemos pasar dos dedos entre su barbilla y su pecho y que su carita esté ligeramente mirando hacia arriba. Especialmente importante en bebés menores de 4-6 meses que tienen un menor control cervical.
  4. Visibilidad. Cuando porteamos tenemos que poder verle la carita. Si sólo vemos la cabeza, es posible que haya adoptado una posición no segura. Nos aseguramos que no sea así y corregimos, si es necesario, la posición del bebé y la tensión del portabebé. (en la imagen C)
  5. Nos aseguramos que la altura a la que porteamos al bebé sea la adecuada. La altura de ‘los besos’. Debes poder darle un beso en la cabeza pero no darle con la barbilla al moverte. De esta forma además de asegurarnos un buen equilibrio y reparto del peso nos aseguramos tener una mejor visibilidad (en la imagen D).

    Imagen original de Je Porte Mon Bébé

    Imagen original de Je Porte Mon Bébé en la que se ve perfectamente la posición natural del bebé, la misma en la que deberían ser porteados.

  6. Posición del bebé en ranita. Siempre las rodillas estarán más altas que el culo del bebé, respetando su posición fisiológica al nacer sin forzar la apertura de la cadera (podemos marcar la formita subiendo las rodillas pero no abriendo!). Para ello necesitaremos que el portabebé pueda adaptarse a la apertura de cadera que haga en cada momento y le de una buena sujección en toda la espalda, culete y muslo hasta la corva de la rodilla. De esta forma nos aseguramos que tenga la posición correcta para la maduración de cadera y columna vertebral y, además, el peso recae siempre en su culete y nunca en sus piernas o zona genital. (en la imagen A y B)
  7. Debemos portear siempre con el bebé mirando hacia nosotros/as. No se aconseja la posición con el bebé mirando hacia delante ‘cara al mundo’. En esa posición no conseguimos una posición ergonómica adecuada, las rodillas quedan estiradas cayendo el peso en la zona genital del bebé, la curvatura de la espalda se pierde al tener la resistencia de nuestro propio cuerpo y, además, se sobreestimula al bebé que no tiene posibilidad de acurrucarse en el momento en que se canse o se asuste.
  8. En posiciones de porteo ‘tumbado’ tiene mayor dificultad conseguir una posición adecuada. Recomendamos que se portee la mayor parte del tiempo con el bebé en vertical, al menos, hasta tener un buen control del portabebé y de la posición adecuada del bebé.
  9. Para bebés ya grandes o niñxs más mayores es necesario portear a la cadera o a la espalda si vemos que nuestra visibilidad se va reduciendo, sobretodo en actividades de mucho movimiento. Tenemos que poder ver ‘dónde pisamos‘.
  10. Una forma de conseguir los tres puntos más importantes en la posición del bebé (posición en ranita de las piernas + espalda curvada en forma de C + buena posición en la cabeza en el caso de bebés que todavía no la sujeten) es tener en cuenta que la parte del bebé que apoya en nuestro cuerpo no es el pubis. Deben apoyar la zona del periné (entre los genitales y el ano), en esa posición la cadera rota ligeramente hacia adelante y de forma automática conseguimos que las rodillas queden bien subidas, la cadera correctamente colocada, la espalda en forma de C (en la imagen A y B). El portabebé que utilicemos debería dar sujección y tensión adecuada al bebé para que se mantenga esta posición. Si la posición ‘cambia’ una vez tengamos el portabebé hará falta revisar si es un portabebé adecuado a su edad y, en el caso de serlo, volver a revisar la tensión, ya que es muy probable que se haya quedado demasiado flojo*.

*La tensión adecuada del portabebé es la que al agacharnos hacia adelante con el bebé éste no se separa prácticamente de nuestro cuerpo. Tensado de forma equilibrada por todo su cuerpo (sin puntos que presionen más que otros). Nos sentimos muy pegaditos y apretaditos pero no oprimidos e incómodos, en ese caso, es muy posible que el bebé también nos haga saber que no está cómodo. Si estamos utilizando un fular éste tampoco muestra arrugas en el cuerpo del bebé ni zonas más ‘flojas’ (a menos que queramos dejar la zona de la cabecita más floja porqué ya sujete la cabeza).

En este vídeo podéis ver de una forma más visual la posición adecuada que debe llevar un recién nacido en un portabebé:

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