La entrada de hoy es la entrada más especial que he escrito hasta el momento. Estoy acostumbrada a hablar sobre los beneficios del porteo, del contacto, lo que ocurre neurológicamente y físicamente cuándo un bebé es porteado y son temas que me apasionan. Sigue emocionándome ver cómo un bebé cae plácidamente dormido en el pecho de su madre o de su padre, pero en este caso fue diferente, más especial si cabe, pudimos ver de forma ‘monitorizada’ un cambio radical en la saturación de oxígeno del bebé, una mejora en su oxigenación instantánea. La máquina dejó de pitar de forma inmediata. Y los pitidos fueron sustituídos por lágrimas de emoción.

Conocimos a Ana antes de ser mamá, vivimos su embarazo de una forma bastante próxima durante el cuál Monetes fue un lugar en el que venir a descansar un ratito en sus largas caminatas y también vivimos el nacimiento de Daibel de una forma muy próxima. Una de las grandes preocupaciones de Ana era poder portearle, recuperar, cómo nos comenta en la entrevista, el tiempo ‘perdido’.

Consulté con el grupo de asesoras del que formo parte en el Ateneo de Porteo y Mercedes de Mi Sáquito Mágico, experta en porteo y necesidades especiales confirmó que el asesoramiento que iba a dar a Ana para portear a Daibel en su situación fuese el correcto.

El porteo es posible en todos los casos si tenemos la intención firme de llevarlo a cabo.

Pasado ya algo más de un año hemos entrevistado a Ana para que nos cuente de primera mano su experiencia.

¿Cómo conociste el porteo? ¿Por qué motivos decidiste portear?

Cuando estaba embarazada asistí a un taller de iniciación al porteo en Monetes. No sabía qué me iba a encontrar. Desconocía bastante el asunto. Salí de allí segura de que quería portear a mi hijo, por todos los beneficios que nos iba a aportar.

Daibel nació en parto inducido en la semana número 36 de gestación porque algo no iba bien. Nació pequeño y con diversas alteraciones. Cuando tenía siete meses nos confirmaron el diagnóstico de una enfermedad rara que le afecta a nivel motor, sensorial e intelectual, así como a la función de algunos órganos. Estuvo ingresado dos meses tras el nacimiento. Dos meses en los que no pudimos portearle y en los que tuvimos que separarnos por las noches. Con la vuelta a casa tenía claro que tenía que compensar esos momentos de separación. El porteo me parecía una herramienta perfecta.

¿Cómo fueron tus inicios con el porteo? ¿Tuviste alguna dificultad?

Tenía clarísimo que quería portear, a pesar de que Daibel salió del hospital con necesidad de oxigenoterapia, lo que suponía llevar enganchado dos cables y dos máquinas. En esta situación, no parece fácil portear, pero se puede. Lo mejor es acudir a una asesora de porteo. Yo conté con la ayuda de Jeni, propietaria de Monetes. Aparte de enseñarme a anudarme el fular, juntas buscamos la mejor manera de llevar a Daibel de forma segura, sin enredarnos con los cables. Vimos varias posibilidades para transportar las máquinas, pero, finalmente, tras probar varias opciones, vi que la forma en la que mejor me apañaba era que el carro me llevase la bombona y el pulsioxímetro. Habrá quien piense “¡Qué tontería! ¿Para qué porteas si sigues teniendo que llevar el carro?” Bueno, es verdad que al principio me perdí una de las ventajas del porteo, que es tener las manos libres, pero llevarle conmigo nos aportaba muchos otros beneficios que hacían que mereciera la pena.

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¿Notaste alguna diferencia en el estado de salud de Daibel al empezar a portear?

La primera vez que coloqué a Daibel en el fular, hubo una señal clara que nos indicó lo bueno que era para él. Al llevar pulsioxímetro, sabíamos qué saturación de oxígeno en sangre tenía en cada momento. La primera vez que le porteé, Jeni y yo vimos con sorpresa y alegría como su saturación subía al 100%. Parece magia, pero tiene su explicación. Ya lo vimos cuando estuvo ingresado y practicábamos el método canguro. Al estar en contacto piel con piel su saturación subía porque estaba verdaderamente relajado, se sentía seguro y dejaba de estar en alerta al encontrarse en contacto con su madre, lo que para él era una situación natural tras salir del útero.
El porteo, prolongaba esta situación. Además, le proporcionaba una mejor postura, con las vías respiratorias abiertas, lo que le hacía respirar mucho mejor que en el carro.

Al llevar pulsioxímetro, sabíamos qué saturación de oxígeno en sangre tenía en cada momento. La primera vez que le porteé, Jeni y yo vimos con sorpresa y alegría como su saturación subía al 100%

¿Qué beneficios ha tenido el porteo para ti, tu pareja y tu bebé?

Cuatro han sido los grandes beneficios de portear a Daibel:

  1. Cubrir las necesidades del bebé. El contacto es una de las necesidades de todo bebé recién nacido. El porteo ayuda a tenerle en contacto más tiempo y, por tanto, a satisfacer esa necesidad.
  2. Establecer el vínculo con él. Cuando un bebé es ingresado en una unidad de Neonatología, lo más habitual en España es que, aunque los padres pueden pasar las 24 horas del día, en realidad la unidad no está verdaderamente equipada con lugares de descanso para que los padres estén allí todo el día. Esto supuso que nos separásemos por las noches y vivir con mucha frustración esa separación. Tenía hasta miedo de no establecer un vínculo seguro con mi hijo por estar en esas circunstancias. Con el tiempo he aprendido que se pueden hacer cosas para compensar esa separación. Mi pareja y yo hicimos muchas horas de método canguro con Daibel, muchas más de las que habríamos hecho de haber estado en casa teniendo que atender otras responsabilidades. Portear también ayuda a establecer ese vínculo. Sentirle en contacto contigo es una sensación muy placentera que te hace segregar la hormona del amor y te hace sentirte muy conectado con el bebé. A su padre, que en un principio no tenía muy claro si le portería, no había quien le quitara el niño de encima. Desde el principio le encantó la sensación de llevarle consigo y, si salíamos los tres juntos, era él el que le porteaba.
  3. Beneficios para su salud. Ya he comentado que mejora su saturación de oxígeno, pero en realidad, estabiliza todas sus funciones vitales (oxigenación, temperatura corporal y frecuencia respiratoria y cardiaca). Además, le mantiene en una postura adecuada. Su columna está mucho mejor colocada que si va en el carro. Esto es muy importante en un niño con hipotonía como Daibel, así como estimular su equilibrio y control corporal, cosa que conseguimos con el porteo.
  1. Tener las manos libres. Una vez que conseguimos deshacernos de las máquinas y lo cables, pude experimentar el porteo de forma plena. Entonces, no había quien me quitara de encima a Daibel. Dejé de tener que ir a todas partes con carro y de sentirme atada. Comencé a hacer muchas más cosas en compañía de Daibel. Me sentía feliz.

¿Qué opinión tienen los diferentes especialistas médicos de que portees a Daibel?

Daibel tiene 18 médicos especialistas y 3 terapeutas. Ninguno ha demostrado estar informado (formado, por supuesto que no) sobre qué es el porteo y sus beneficios. Cuando me ven meterle en el fular al salir de la consulta o del tratamiento, hay dos reacciones posibles:

  1. Mostrar curiosidad. En el mejor de los casos, al profesional le parece curioso que le lleves así y entonces comienza a hacer algunas preguntas sobre cómo funciona. Yo suelo aprovechas para explicar, no sólo el funcionamiento, sino también qué beneficios nos aporta. Esta información la reciben con interés y, si se ha establecido la suficiente confianza, me permito mandarles algo de información. Algunos de estos profesionales han acudido a mí en caso de duda sobre el porteo. Yo respondo encantada desde mi experiencia y gracias a que el interés me ha llevado a informarme, pero considero que les falta mucha formación en este ámbito.
  2. Juzgar sin conocimiento. Otras veces, he tenido que oír comentarios como “te vas a dejar la espalda”, “ya era hora de que lo llevases en el carro” (un día que no le porteé desde primera hora de la mañana) o “tienes que llevarlo en el carro para que vea mundo”. En estos casos intento explicar por qué le llevo porteado, pero esas personas suelen tener una opinión ya formada que no están dispuestos a cambiar. El porteo sigue formando parte de nuestro día a día. Es muy beneficioso en cualquier caso, pero me parece que aún tiene más ventajas en el caso de niñ@s con necesidades especiales.

Yo animo a las familias que se encuentren en una situación similar a la nuestra a que porteen a sus hij@s y a que busquen ayuda de una asesora de porteo que resolverá todas las dudas y ayudará a buscar la mejor opción en cada caso.

 Ana, ante la necesidad de encontrar información al respecto, está creando un espacio virtual de encuentro para familias que quieren practicar la crianza con apego en niñ@s con necesidades especiales. Crianza Mágica. Podéis encontrar más información en su página de facebook y en breve en su web.

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Muchas gracias Ana por compartir vuestra experiencia con nosotras y contribuír a difundir el porteo en situación de necesidades especiales. Un placer conoceros y haberos podido ayudar a hacer posible el porteo con vuestro pequeño Daibel.